sábado, 11 de diciembre de 2010

01: Madrid me mata

Día UNO (1.1).

Tan conversacionalmente nos acercamos hasta Antequera-Santa Ana (la estación de Ferrocarril) siguiendo las indicaciones de Google Maps. Nos retrasamos en más de media hora. Conclusión: Google Maps está bien para callejear no para carreterear.

Día UNO (1.2).

Nos dejan ver salir el AVE para Barcelona. Estoy emocionado. Me gustan los trenes. Por allí llega el AVE para Madrid. Estoy nerviosísimo. Ese AVE se acerca demasiado despacio (¿no será un TORTUGA?.. jua-jua… me río de mi propia gracia). Sería espectacular que llegara a 200 km./h. y frenara de repente, y todos empotrados contra el de delante y toda la estación dando palmas… ¡um! creo que debo dejar de jugar al Need for Speed en el móvil pero es que la aplicación era gratuita.

Y llega, pero todavía no; ahí viene, pero le falta un poquito. Deshecho la idea de hacerme una foto en plan Supermán para que parezca que estoy adelantando al AVE… Mi gozo en un pozo. Me gustan los trenes. No quepo en mí. Vivo sin vivir en mí.



Día UNO (1.3).

Subimos al AVE. Me equivoco de vagón por no hacerle caso a mi esposa. Y entonces todooooo vaaaaa rápidooooo ¡coñooooo cómooooo vaaaaa el AVEEEEE!.. FRENAAAAZO… ¿Pero quién ha puesto una estación en Puente Genil?

Y continúa. Nos vamos a la Cafetería porque una café a 250 km./h. tiene que ser divertido. Pero no, es lo más normal del mundo. Llamo a mi hermana: “Hola, estoy en el AVE. Si no me escuchas bien es porque voy muy rápido… je-je (…)”. Llamo a mi madre: “Hola, estoy en el AVE. Si no me escuchas bien es porque voy muy rápido… je-je (…) “… Yo, por mí, me tiraba así toda la tarde porque soy de Movistar y las llamadas entre “nosotros” son gratuitas, pero mi esposa me mira con cara de “¿se puede ser más cateto?” y me corta el rollo; entonces miro el panel y veo que ya vamos a 298 km./h. y empiezo a flipar imaginando que sería bestial que frenara en ese momento y todos empotrados... vale, lo dejo.

Día UNO (1.4).

Llegamos a Atocha. Qué grande todo ¿no?. Qué frío ¿no? ¿Por dónde se sale? Vamos a seguir recto. Por allí está el Metro. Línea 1 hasta Sol, cuatro paradas; allí Línea 3 hasta Argüelles, otras cuatro paradas. Llegamos bien y rápido, y en todo lo alto de la estación está ElBerni que nos viene a recoger porque ¡por fin! empieza nuestro fin de semana en Madrid, ése que planeamos hace tanto pero que se postergó y siempre pospusimos.

Día UNO (1.5).

Otra vez al Metro dirección Callao (tres paradas). Plaza (del) Callao, qué bonito, ¡uy, mira! el edificio de Schweeppes, ¡uy, mira! el FNAC… pista de hielo a la salida del Metro y árbol de Navidad en todo el centro. Esperando a LaTere. No llega. Cigarrillo. Sigue sin llegar. ¡Ah!, que no habíamos quedado allí. Habíamos quedado –directamente- en la puerta de La Gloria de Montera. Pasamos por delante de Doña Manolita. Ahí está LaTere ¡qué guapa!

Día UNO (1.6): Locura de caoba y marfil.

La Gloria de Montera es un restaurante chulísimo que nos encantó. Ensaladas (y todo ese rollo) aparte, me pedí algo que no me acuerdo de cómo se llama pero que estaba absolutamente riquísimo.


El gran problema llegó con el postre porque no sabía qué elegir, así que nos pusimos de acuerdo: Flan de queso con coulis de frambuesa, chocolate Fondant y salsa Chinuskypara mí!); Chocolatísimo (LaTere); Locura de caoba y marfil (esposa)… ¿se lo pueden creer?: “Locura de caoba y marfil”… para morirte en ese momento y quedarte tan a gusto; y Tiramisú de Susana (ElBerni). Indescriptible, en serio, indescriptible.

Aún así, debo reconocer que me quedé con ganas de probar la Sopa refrescante de fresones con helado al estragón (gusta sólo con el nombre) y el Zumo de naranja exprimido al momento, esto último nada más que por snob pero me pareció que 3,10€ por un par de naranjas era demasiada tontería.


Día UNO (1.7): (…) y luego, por la noche, al Penta a escuchar canciones (…)

En mitad de la cena mi cuñado nos pregunta si alguna vez habíamos ido al “Penta”; “¡El Penta!", pienso, miro a mi esposa y creo que con la mirada me dice: “¿te acuerdas que habíamos planeado ir al Penta?” y yo con la mirada le respondo: “¡Claro que sí! ¿cómo se nos había pasado?”. Así que no veo la hora de que llegue la hora de irnos al Penta. De hecho, pagamos y salí casi corriendo pero mis cuñados+esposa fueron más lentos y POR SU CULPA también tuvimos que pagar los postres (que se habían olvidado cobrarnos).

Se nota, se siente… Entramos. El Penta está vacío. Ya se me ha pasado la época de los mitos: Antonio Vega, Induráin… Pero puedo decir que estuve, me senté. Hay una serigrafía en la columna con la letra de “La chica de ayer” manuscrita por Antonio ¡ah!.. también me fijo en que no hay tildes ni signos de puntuación, bueno, tampoco pasa nada. Ante todo: relax.

Me acuesto tarareando Lucha de Gigantes: “(…) dime que es mentira todo, un sueño tonto y no más (…)”


Día DOS (2.1): Madrid –REALMENTE- me mata.

Desayunamos temprano para poder estar un rato más con mi cuñada antes de que se vaya al trabajo. Lo hacemos en un bar muy cerca de su casa donde –extrañamente- hay un silencio ABSOLUTO, en serio: no suena la radio, no hay televisor, la gente habla en muy baja voz o no habla… ¡qué pueblo más civilizado!

Bajamos la calle Altamirano hasta llegar al Parque del Oeste, y luego Pintor Rosales para abajo buscando calor porque a pesar del día soleado hace un frío espectacular, créanme: ESPECTACULAR, y se lo digo yo que soy escandinavo (jua-jua-jua… me parto).

Llegamos al Templo de Debod donde la Policía nos regala una exposición de coches antiguos.



Seguimos andando. Plaza de España. Senado (los ladrones van a la oficina). Palacio Real (y todo lo que hay alrededor, que es mucho).


Paramos en El Anciano Rey de los Vinos, lo suyo sería un vino pero no eran ni las 12:00 y estábamos muertos de frío. Vuelta a andar, Calle Mayor arriba.



Día DOS (2.2): el Mercado de San Miguel.

Nuestros anfitriones nos habían comentado que no debíamos perdérnoslo y vaya si acertaron. La idea es sensacional: un mercado donde no sólo puedes comprar productos sino también degustarlos tomando –casi- cualquier tipo de bebida y en donde ningún puesto se repite. Y se puede comer de todo. Ésta sólo fue nuestra primera toma de contacto porque allí mismo decidimos que cualquiera de los días que nos quedaban teníamos que volver para comer.



Día DOS (2.3): ¡qué grande es este pueblo!

Decidimos que ya que íbamos a hacer la “gracia”, hacerla completa. Así que nos subimos a uno de esos autobuses de Madrid Visión. Muy bien. Dos rutas (Madrid Moderno y Madrid Histórico) y ¡qué frío! Comimos cerca de la Plaza Mayor.


Reventado. Entre el frío y los quince mil millones de quilómetros que habíamos andado, estaba reventado. Así que nos fuimos a descansar porque aún nos quedaba día.


Día DOS (2.4): “(…) Well, I can dance with you, honey, if you think it’s funny, does your mother know that you’re out? (…)”.

Sí: Mamma mia! El Musical… ¡QUÉ GANAS! Por fin. Teatro Coliseum a las 18:00 para poder aprovechar más aún el día. Y qué quieren que les diga: fantástico. Si vieron la película pues es exactamente lo mismo y como ambos dos somos unos frikies irreductibles, pues tan encantados y pensando en cómo hacerlo para ver el espectáculo en Londres y cerrar la “Trilogía” ¡qué cosas! Nos gustó mucho, en serio, y lo mejor es que en esa función no actuaba Nina (es que siempre pienso que de un momento a otro terminará echándole una bronca a Bustamante).

La historia muy bien. Los actores muy bien. La orquesta muy bien. El Director con gorra y pelo largo ¡qué desfachatez!.. lejos están los tiempos del traje y afeitado de barbería… El público muy bien. Nuestras butacas muy bien. Que muy bien, vaya.

Día DOS (2.5): ¡qué pueblo más raro!

El viernes por la noche mis cuñados (y sus tíos –simpatiquísimos-) nos llevaron a dos lugares muy curiosos: Casa Paco y El Greco.

El primero tiene la tortilla como especialidad y bueno, échenle un vistazo a la carta y verán qué difícil es decidirse. Tienen una de ¡¡NOCILLA!!, sí, una tortilla de Nocilla. Me quedé con ganas de probarla así que espero que en el futuro pueda contarles qué tal. Yo pedí una con salchichas y queso, y por allí también se vieron de cebolla caramelizada y hasta de calamares en su tinta.


El Greco es un lugar en el nunca entraría. Es antiguo y lo queramos o no, poco a poco nos hemos acostumbrado a lugares totalmente “asépticos” y El Greco no lo es. Afortunadamente no íbamos solos sino con M&M (¡me encantaaaaa!) que llevan viviendo en Madrid muchos años y conocen más sitios aún. Así que fue sorprendente ver que en una de las paradas colgaban varias fotos de los Príncipes de España, más sorprendente aún fue comprobar que la ropa que llevaban era diferente, o sea, que no se trataba de que un día habían pasado por allí, no, venía a ser que eran “clientes” por decirlo de alguna manera.

Y con tal real buen rollo nos fuimos a dormir porque a ciertas horas todos los gatos son pardos ;-)

Día TRES (3.1): hoy no me puedo levantar.

No nos levantamos muy temprano nosotros cuatro (mi esposa, mis DOS agujetas y yo) ni mi cuñado. Mi cuñada sí porque tenía que trabajar ¡ohhh! Desayunamos en el Cañas y Tapas de Princesa… sí, muy aséptico… pero con un chupito de ¡¡zumo de naranja!! ¡OLEEÉ! me parto de risa en este pueblo.

ElBerni me lleva a una tienda genial: Popland donde encuentro algunos medicamentos a los que –seriamente- me pienso enganchar:


Día TRES (3.2): de compras.

Fuencarral pa’rriba, Fuencarral pa’bajo… Mis agujetas y yo reventando de dolor y mi esposa desatá. Pero era el momento de hacerlo que si no, el último día nos da mucha pereza. Sube Fuencarral. Baja Fuencarral. Nos paramos en una tienda muy curiosa: Threedeeyou, es un sitio donde hacen “fotoescultura” según ellos. ¡Qué pelotazo! Una reproducción en 3-D de mí mismo, para tirarme todo el día hablando conmigo mismo y no interrumpirme a mí mismo y siempre tener razón yo… ¡Qué pelotazo!

Día TRES (3.3): ¡dos cañas y un vino!

Cuando llegó mi cuñada ya llevábamos un par de cañas en El Doblao, Plaza Callao para abajo. ¡Oh, qué sitio! Cayó un poco de todo, pero sobre todo: huevos rotos y flamenquines. Y flan. Qué bueno.

Mis agujetas y yo nos fuimos a dormir.

Día TRES (3.4): ¿cuánta gente vive en este pueblo?

Las calles a reventar, mucha gente. De compras por el centro. Yendo hacia la Plaza Mayor hay un sitio que yo creo que es la antesala al paraíso: La Cure Gourmande… galletas rellenas, olivas de chocolate, caramelos con pulpa de fruta natural… ¡ay!.. para morirte en ese momento y quedarte tan a gusto...


Nos fuimos a la Embajada… perdón… a la Delegación del Gobierno Asturiano en Madrid a la Exposición del Prix Pictet. ¿Repentino ataque cultureta? ¡QUÉ VA! Es que mi cuñada trabaja allí y nos apetecía visitarla. En cualquier caso, tengo que decir que la Exposición era una gozada.

Día TRES (3.5): ¡Atleeeeti, Atleeeeti, Atlético de Madriiiiid!

Mi cuñado me propuso ir a ver al Atleti. Ustedes ya saben que yo soy del Mensa y nada más que del Mensa y que por tanto no me gasto ni un solo euro en ver a un equipo que no sea el Mensa. Pero acepté por varias razones: porque nunca había visto un partido de Primera División; porque nunca había estado en un estadio de “primera”; y porque fue en el Vicente Calderón donde el Mensa llegó a su más alta cota de popularidad.

Y allí nos plantamos en un sitio fantástico, diez minutos antes de que empezara el partido y con dos litros (de cerveza y ron+cola) en menos de tres cuartos de hora. Y nos “hicimos” del Atléti por noventa minutos. Un ambientazo y un partidazo (2-3 para el Español de Barcelona). Cánticos, insultos al árbitro (¡faltaría más!) y una Mixta en el descanso… razón tiene ElBerni: si no fuera por el fútbol ¿quién bebería Mixta? ¡Qué frío! por cierto.

Día TRES (3.6): buenas noches nos dé Dios.

Después del subidón del fútbol, llegó el bajón. Muchísima actividad en tan pocas horas. Bajón medio paliado por una visita a La Vía Láctea, también templo del ochenteo. Quedan pendientes unas copas porque me gustó mucho el local, la música y el ambiente. Pero es que ya me arrastraba.

Día CUATRO (4.1): totalmente en serio, que hoy no me puedo levantar.

Desayunamos tarde en un Café & Té aséptico donde los haya, pero oigan, yo nunca había probado un Chocolate a la Menta así que ¡alehop! Anyway, lo bueno estaba por llegar.

Paseo por la Plaza Mayor. Qué gorritos tan monos. ¡Spiderman ceboso, déjame en paz!

Día CUATRO (4.2): esté yo sentado y mátense ustedes por sentarse.

Lo prometido es deuda y las ganas apretaban: ¡al Mercado de San Miguel! Y conforme entrábamos ¡toma!: una mesa libre (que compartimos con otras siete personas, pero es que en Madrid la gente es muy civilizada y no se molestan los unos a los otros. Muy educados). Y allí ¡venga ese Vermú! que no me gustó mucho, por cierto. Y a comer… es que no me acuerdo de todo lo que comimos pero estaba muy bueno.

Y disfruté. La compañía. El lugar. Me encantó.

Día CUATRO (4.3): AVEEEEEEEEEEEE

El AVE de vuelta ya no me hizo tanta gracia. Estaba cansado. Llegamos hasta los 304 km./h. ¡pasoteeeeeeeee!

Y desde Antequera nos pusimos en “Modo Conversacional” y llegamos a casa en nada y menos.

Día CUATRO (4.4): “(…) Madrid, Madrid, Madrid (…) la cuna del requiebro y del chotis (…)”.

Qué bien nos lo pasamos. Qué ganas teníamos. Así que llegamos a casa y nos besamos: por fin ¡MADRID!


N. del A. (I): ¡Qué grandes LaTere y ElBerni!
N. del A. (II): para más detalles no se priven de pinchar en las fotos ;-)

miércoles, 22 de septiembre de 2010

02: El disfraz de Rodrigo

Esta entrada debería haberla colgado el día 13, pero diferentes acontecimientos han hecho que se retrasara hasta el día de hoy, ya les contaré. Y es que aquel día quería hablarles de que nunca un disfraz se había identificado tan claramente con el disfrazado.

Rodrigo es el hijo de David y Patricia. Yo soy amigo-consorte (así me gusta llamarme) de David ya que lo conocí a través de mi esposa. Pero a su vez, soy amigo de su esposa porque la conocí cuando ya estaba casado y, por lo tanto, ya era amigo-consorte de David. Qué lío más tonto. Total, que David, el pobre, vive en la más absoluta tormenta anímica debatiéndose entre el amor a su equipo de siempre (el putoBarça... ¿a quién se le ocurre?) y el asco que le produce la utilización política del mismo. Y Patricia... ¿qué les voy a contar?.. en mi Libreta de Direcciones la tengo como “Patricia-rubia-favorita”... un cielo.

Retomo el tema. El pasado día 10 estuvimos en el cumpleaños de Rodrigo. Patricia y David nos habían comentado que si queríamos podíamos disfrazar a los niños pero es que... ¡¡SE ME OLVIDÓ!! ¡ah, qué desastre!, lo sé. Cuando llegamos al local en cuestión aparece Rodrigo disfrazado de ¡¡SUPERMAN!!
Y lo explico: Rodrigo nació antes de tiempo. Y “antes de tiempo” significa muchísimo antes de tiempo. Tan “antes de tiempo” que durante un tiempo eternamente largo pensábamos... yo qué sé... pues imagínense lo que pensábamos.
Pero Rodrigo, poco a poco, fue saliendo para adelante ¿milagro? ¡qué va! Un luchador. Un grandísimo gladiador (Mi nombre es Máximus Décimus Rodrigus, Comandante de los Ejercitos del Norte, General de las Legiones Fénix, fiel servidor del verdadero Emperador, Marco Aurelio, padre de un hijo asesinado, marido de una mujer asesinada y alcanzaré mi venganza, en esta vida o en la próxima... Russell Crowe dixit). Un superhombre. Un superman.
Y cuando estamos juntos, de vez en cuando, me quedo mirándolo y pienso que qué tipo tan extraordinario. Y, sinceramente, espero que no sea del putoBarça.


Ese fin de semana prometía grandes expectativas. Cumple de Rodrigo el viernes y el sábado: bautizo de Alex Tan. Llegamos tarde a la ceremonia... ¡lo siento! Pero en la fiesta ¡ohhhhh, qué fiesta! Comimos mucho y bien, y nos lo pasamos aún mejor.
Me negué en rotundo a probar el salmorejo que había preparado Concha... y me supuso un gran esfuerzo, lo admito, pero aquí ya nos conocemos todos y –como Uds. bien saben- no tengo límite con el salmorejo en general y con ése -en particular- pierdo la cabeza y hasta la educación. Amigos, la imagen es la imagen.

Ya les digo, nos lo pasamos fenomenalmente bien. Estuvimos muchísimo tiempo con David y Patricia y, por primera vez en muchísimo tiempo, hasta pudimos conversar tranquilamente sin que nuestros infantes nos molestaran. Y es que los niños crecen y crecen y, a veces, nos dan algunos respiros.

Y qué decirles de Alex Tan. Promete el muchacho. Apunta brillantes maneras de bandolero cordobés mezclado con malaje otureño... Ale y Concha siguen llorando. ¿Y cómo parar?


El domingo nos levantamos con la noticia del fallecimiento de la Tía Encarna, hermana de la abuela de mi esposa... abuela de facto, en realidad.
Mi esposa y mi familia política están tan tristes.
La verdad es que andamos tristes todos.


Cuando cuelgue esta entrada quedarán más o menos diecisiete horas para que empiece el otoño. Acabará este larguísimo, desagradable y estúpido verano.
Tan necio, tan sandio, que hasta para despedirse siguió destilando su baba asquerosa, su fétido aliento... su espesa y maloliente bilis.


p.s.: Sigo con Máximo Décimo Meridio en Gladiator: "A mi señal, ira y fuego". Que así sea.

lunes, 6 de septiembre de 2010

01: Vanitas vanitatis (I)

Es que me he despertado con esa frase... a saber qué habré soñado... en fin...

Puestos a buscar aspectos positivos, aunque sean difíciles de encontrar en este verano que ¡coño! no acaba, uno termina encontrándolos. Sobre todo porque decidí que a partir de 2010 –y con efecto eterno- el verano empezaría el 30 de marzo, que es cuando se produce el cambio horario. Y entre tantos meses ¿cómo no encontrar alegría, aparte de las mencionadas en anteriores entradas?

En abril estuvimos en una boda ¡¡, una boda!! (todavía hay gente que continúa con esta ancestral costumbre) y ¡qué bien nos los pasamos!
Se casaron Ana y Alberto, compañer@s de mi esposa (de trabajo, ella; de Máster, él). Nos sentaron en una mesa en la que había siete enfermeros, un fisioterapeuta, una doctora y yo... ¡qué plan!
Me tocó junto a la Dra. y le pregunté que si le gustaba hablar de su trabajo, me respondió: ¡en absoluto! y les aseguro que fue una comida muy amena. Mi esposa se "pierde" cuando hay otros de su profesión.
Por primera vez en mi vida entré en un servicio de Señoras... claro, que caí en la cuenta de mi error cuando salí y vi a dos chicas esperando... ¡umm! ya me extrañaba a mí que todo estuviera tan limpio.
Como no llevábamos coche ni niños nos quedamos hasta que la Orquesta se despidió. Yo terminé bailando con las compañeras de mi esposa, todas Muy Señoras mías, agradables y simpáticas. Mi esposa no daba crédito. Al día siguiente yo tampoco.

Adjunto fotos del lugar, el precioso Cortijo Caballo Blanco.



Un momento muy especial fue asistir a la presentación del libro de J.A. Fortes, profesor, admirado y sobre todo, amigo. El marco, S.M. Don Juan Carlos dixit: incomparable... El Hospital de Peregrinos de Granada, en la calle Escudo del Carmen.
Adjunto foto.

Lleno total como siempre. La exposición de J.A. fue clara, precisa y contundente. La explicación de Manuel Pimentel –el ex ministro, sí- (me lo presentaron... ¡¡olé!!), clarificadora. Y la concurrencia con ganas de cascar. Porque en este tipo de actos (bueno, en todos en general) la gente aprovecha el “turno de preguntas” NO para preguntar, que es lo suyo; sino para soltar lo que piensa al respecto como si a alguien le interesara.

Así que llevado por su ardorosa impaciencia, Copito de Nieve levantó la mano... Copito de Nieve:
"es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón (...)

Copito de Nieve, bloguero en Ideal y El País, graciosete que critica el ¡Pedro! de Penélope Cruz en la ceremonia de los Oscar, pero no dice nada de la dedicatoria de Pedrito a todas las vírgenes del santoral mientras lo recogía.
Copito habló, habló y habló. Calló. Interrumpió y siguió hablando. Y aquí, yo, harto cómo estaba de la guiri de delante que no paraba de mover la cabeza y más harto aún de Copito de Nieve, me levanté le toqué en el hombro y lo mandé a callar.
Copito reaccionó fulminante: ¿Es acaso Ud. el guardián de la palabra? “El guardián de la palabra”... ¿se puede ser más bobo?,, lo que yo les diga.
Copito, relamiendo su ingeniosa pregunta y con la guardia bajada, no esperaba mi respuesta:
No. Pero después de su insustancial diatriba estoy muy interesado en la respuesta del Profesor a la interesante pregunta de la Señorita”... El auditorio estalló en aplausos y también en gritos: “¡Cállate ya, pesado!”, “¡A ver si te repites menos!” y otras ofensas que no voy a repetir porque no tengo el copyright

:-DDDDD

No hay que saber hablar, hay que saberse dos o tres palabras. Y a Copito de Nieve -a quien“ (...) le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar; los higos morados, con su cristalina gotita de miel (...)”- le cayó la gota fría.

De manera que, queridos míos, continuaremos la posada y conversación en la próxima entrada.
Dense ustedes besos y más besos.

domingo, 15 de agosto de 2010

01: El largo verano de 2010

Desengaños amorosos veinteañeros aparte, que aunque ahora me ría de ellos, bien que los tuve y los sufrí, puedo asegurarles que éste está siendo el peor verano de mi vida. Ni en la más aterradora de mis pesadillas pude imaginar que lo que me esperaba sería esto.

Y no acaba. Tengo la impresión de que es el verano más largo de la Historia. Cosas del cambio climático, supongo.

Mi jefa decidió que no tendría vacaciones porque no te corresponden (jefa dixit); ¿y por qué no protestaste? me preguntan algunos, porque aquí ya nos conocemos todos y cuando no hay nada que hacer, mejor recular y esperar el momento. Que llegará, se lo aseguro. Y tendrán cumplida información.

Así que julio (primera parte del verano) se saldó de la siguiente manera:
-para ver a mi esposa e hijos me metí cinco horas de carretera todos los fines de semana.
-cada visita duró menos de cuarenta y ocho horas (o sea: que estuve con ellos menos de seis días en un mes y, por ejemplo, nunca comí con ellos entre semana).
-y la soledad durante la semana... qué les voy a contar.

Y porque no quiero hablar de la Bajada de la Virgen:
-que mis hijos, con la edad perfecta, no disfrutaron ni disfrutarán nunca porque, como bien saben, al ser un evento lustral, la próxima vez tendrán diez y ocho años respectivamente. La perspectiva cambia.
-tampoco pude ver a mi familia.
-ni a mis amigos.
-ni a personas que veo en esa ocasión y que en los próximos cinco años es difícil (por no decir imposible) que pueda ver.

Y llegó agosto ¡bien! Con mi familia aquí ¡bien!.. ¿Bien?
-mi esposa no para de trabajar.
-todo el mundo está ocupado o –simplemente- no está.
-calor espectacular.

Y a mitad de agosto se muere Elsa, mi vecina en La Palma. Infarto cerebral. Cuarenta y ocho años. Hay que joderse.
Así que ¿de qué me quejo?

Qué asco de verano. No acaba. Y lo peor será cuando termine porque no hay luz al final del túnel, no veo de dónde tirar para mantener alto el ánimo. Y el mal rollo que se me viene encima, seguro.
Cuando acabe agosto el verano habrá terminado y con él llegará la rutina, monótona y cansada, sólo rota por alguna escapada de fin de semana o lo que sea. Los días se volverán más cortos, lluvia... en fin, lo que es el final del verano.

Y Elsa no estará. ¿Cómo tengo la sinvergozonería de quejarme?

miércoles, 21 de julio de 2010

03: De un tiempo a esta parte (II)

Siguiendo con el tiempo, hace ya tiempo que me pregunto cuánto habría cambiado todo si hubiera tenido toda esta tecnología cuando salí de La Palma. El correo-e me maravilló; Skype es algo indescriptible y Facebook... ¿qué les voy a contar?

Instalamos el Skype en mi esposa-laptop antes de que Ale+Concha se fueran a por su pequeño y con la primera conexión La Zubia-Otura-La Zubia casi nos morimos de la risa... ¡Qué bueno todo esto!.. La imagen un pelín pixelada pero, amigos, ¡¡gratis!! tampoco nos íbamos a poner exigentes. Tengo que buscar a más amigos para skypellamarnos y skypevernos :-DDD

La primera conexión Vietnam-Otura-Vietnam fue rara... Ale+Concha y Alex Tan en el mismo encuadre, en la misma imagen. Recibimos sus primeras fotos juntos y seguíamos sin creérnoslo. En una décima de segundo todos los malos momentos, toda la espera, todos los anhelos, se perdían en el fondo de la memoria, en la puerta de embarque del olvido porque TODO eso, de repente, había pasado de una foto a un personajillo de carne y hueso que golpeaba el ordenador y que no paraba quieto. Alex Tan –POR FIN- estaba con Concha y con Ale. Y nosotros en el patio fumando, sonriendo y repitiendo “Madre mía, qué fuerte; madre mía, qué fuerte” y casi sin poder dormir.

Todo esto venía a cuenta de la FELICIDAD. Alex Tan llegó a Granada un día después de mi cumpleaños... perdónenme la apropiación indebida, pero ¡qué regalo más bueno!.. ¿cuántos estábamos en el Aeropuerto, 40, 50, 60..? Estábamos muchos. Sin exagerar. Anunciaron que el vuelo se retrasaba. Volvió a retrasarse. Se retrasó un poquito más aún. Y anunciaron su llegada. Tardaron en salir. Seguían sin salir.

Y en un momento, Ale+Concha y Alex Tan salieron. Y justo en ese momento 40, 50, 60 personas, yo qué sé cuántos estábamos allí, empezamos a llorar. Y es que nos da por llorar cuando somos felices.
Los pasajeros sonreían. El personal del Aeropuerto sonreía... ¡ah!.. y todos los demás llorando. Y después empezamos a reír porque cuando sueltas toda la tensión entonces reímos. Pero no antes.

Y sigue siendo increíble verle ya con nosotros. Estaba en el cumpleaños de Patricia, por ejemplo. Y Ale+Concha que siempre se iban los últimos, tuvieron que irse los primeros porque Alex Tan estaba cansado... ¿no es increíble?

Ale+Concha tienen ya ese pedacito de felicidad que se merecían desde hace mucho tiempo. Y todos nosotros estamos indescriptiblemente contentos por eso. Y también felices.

Ahora empieza la ardua tarea de los BUENOS amigos: maleducar a los hijos de los otros... enseñarles a: limpiarse la boca con la manga de la camisa, limpiarse la mano en el pantalón, aprender a pedir cinco euros a todo el mundo menos a ti...

Ya les iré contando si el progreso es adecuado o si necesita mejorar :-DDDDDDD


p.s. (1): Alex Tan no lloró, es la archifamosa frialdad zubiética... éste va para estrella ;-)
p.s. (2): ¡¡Entrada 100... no me había dado cuenta!!

martes, 20 de julio de 2010

02: De un tiempo a esta parte (I)

De un tiempo a esta parte no han cambiado muchas cosas así que después de tanto tiempo sin pasarme por aquí tampoco se han perdido nada. Esta vez ni siquiera Facebook o el alevoso robo que sufrió el MENSA son excusas, esta vez ha sido el tiempo, apenas he tenido tiempo.

Según se miren las cosas se puede ser más o menos optimista, medianamente optimista o absolutamente negativo. Valorando todo este tiempo que llevo sin estar por aquí, me quedo con la medianía. Han sido unos meses complicados y están siendo unos días difíciles. Pero no es eso lo que quería comentarles porque yo, de lo que realmente quería hablarles es de la FELICIDAD. Así, en mayúsculas.

Nunca he disfrutado mis momentos de felicidad porque nunca he sabido valorar las circunstancias en su justa medida. Siempre han sido momentos de tensión y con tensión me bloqueo y no reacciono. Por eso no he sido capaz de darme cuenta de que ese instante era el momento. Desventajas que tiene la estupidez ¿qué le vamos a hacer?

Con el tiempo me di cuenta de lo inmensamente feliz que fui al aprobar COU porque supuso salir de La Palma y un tiempo después plantarme aquí en Granada para no moverme, crecer mentalmente aunque ello supusiera decrecer capilarmente :-DDDD
Cuando nació Jimena, ya lo saben, soltar toda aquella insoportable tensión; también cuando nació Mateo... pero demasiada rigidez, demasiada responsabilidad para disfrutar un segundo, sentarme y dar gracias.
Y cuando terminé la carrera ésa en la que me matriculé... y año y pico después todavía seguía despertándome sobresaltado porque pensaba que aún me quedaba una asignatura.
Seguir vivo, también lo saben. Haber cumplido cuarenta años y seguir vivo, ¿cuánto daría Toño por esto? Porque sí, en mayo cumplí cuarenta años y me emborraché mucho-mucho en plan adolescente: con cerveza.
Todos los días me alegra enormemente acostarme porque ha sido un día más que he estado por aquí. Quizá no ha sido el mejor día pero al menos ha sido uno más.

Dejo la sentimentalidad para tirar con la banalidad.
Y ganar el Campeonato del Mundo de Baloncesto... ¡ahh!.. ¿Y el de fútbol?.. También ¡ahh! pero menos ¡ahh! que el primero, porque el de Baloncesto nunca lo imaginé y el de fútbol fue un ¡POR FIN! Y ese MENSA glorioso como metáfora de todo, el MENSA sí que es ¡AHHHH!

Y todo esto para confesarles que sí ha habido un momento en el que fui plenamente consciente de la felicidad. Y no sólo yo, fuimos conscientes TODOS los que estábamos allí de que aquello era realmente FELICIDAD. Fue en mayo, cuando Alex Tan llegó entre lágrimas y después de tantas lágrimas. Llegó entre abrazos y risas y nervios y más risas. Y lágrimas.

Y es que nos da por llorar. Hay que ver qué cosas, nos da por llorar cuando somos felices.

lunes, 12 de julio de 2010

01: la ropa de España... otra vez

Mi sobrino tiene 12 años, no le gusta el fútbol y seguro que no entiende que se arme tanto revuelo porque el equipo nacional se haya proclamado Campeón del Mundo, al fin y al cabo hace dos años también ganó otro torneo, ¿normal, no? pensará. Y ¡qué va! de normal nada, todo lo contrario, y es que en dos años han ganado lo que nunca... demasiado tarde para salir a celebrarlo en la fuente, demasiado pronto aún para festejarlo con mis hijos...

Del mundial de Argentina (1978), no comprendía cómo era posible que hablasen español en un sitio que no era España y les porfiaba a mis padres con que si estaban seguros de que “aquel” país no era España.

De España ’82 recuerdo que lo más divertido fue la trola que les metí a mis amigos diciendo que el portero de Honduras era primo segundo mío. No sé cómo me creyó tanta gente.

Cómo olvidar la mágica noche de Querétaro, cuando el Buitre le metió cuatro goles a Dinamarca en México (1986). Yo iba con Dinamarca. En el país de Hamlet, Berna es idiota.

En Italia ’90 estuve demasiado ocupado emborrachándome en la Bajada de la Virgen que pasé de todo. Bueno, me dio tiempo a ver cómo nos eliminaba Yugoslavia... hay que joderse, Yugoslavia...

La cara sangrando de Luis Enrique es la imagen que –supongo- todos tenemos de EE.UU. ’94. Yo prefiero recordar el increíble ciego que Rafa y yo pillamos después de meterle tres papas a Suiza en Octavos ¡qué fiesta!

Francia ’98 fue tan insustancial como Alemania 2006. Qué asco de campeonatos, ni al árbitro pudimos echarle la culpa. No como en Corea+Japón 2002 donde un golfo egipcio nos mandó a casa en uno de las mayores sinvergonzonerías que he visto en mi vida.

Repetí todo el proceso de la Eurocopa (busquen en el archivo del BLOG la entrada de 30 de junio de 2008), el “único” problema es que esta vez había una eliminatoria más... No les quiero ni contar cómo olía esa camiseta ayer cuando me la puse para ir a ver la Final al mismo sitio donde había ido las eliminatorias anteriores, que es el mismo en el que estuve cuando el alegrón austríaco. Adjunto foto:

No me enteré de nada porque con tanta tensión no era capaz de centrarme. De hecho, cuando Iniesta marcó el gol (a pase de CescCesc es mi pastor, nada me faltará-), no vi el balón dentro de la portería... después pensé que el árbitro lo había anulado... después allí estaba abrazado a Alberto, tal y como hicimos en la Eurocopa... y terminó el partido.

Hablé con los que más quiero y me senté delante de la tele con la sensación de que nunca más me emocionará ningún otro acontecimiento futbolístico porque ya lo he visto TODO. Si el fútbol acabase de repente yo ya habría visto a España ganar el Mundial. Lo he visto TODO.

Mi sobrino y tantos como él, no entienden a qué viene tanto revuelo. No creo que sean conscientes de la magnitud de todo eso ni que comprendan cuántas frustraciones hemos vivido soñando con que algún día estaríamos en todo lo alto, como Casillas ayer.

Hoy, a las 16:30, me he dado cuenta de que REALMENTE hemos ganado el Mundial. Me he sorprendido. No me lo creo.

Tengo la sensación de que voy a despertarme de repente, así que, si son tan amables, no hagan ruido porque el fútbol es sueño y ahora mismo estoy durmiendo profundamente.


p.s. (1): al final no hizo falta que mi-salerosa-esposa se quedara embarazada... ;-)
p.s. (2): El MENSA no entra en la categoría de fútbol porque el MENSA es una forma de vida, no un simplillo club de fútbol como el putoBarça o el Madrí.
p.s. (3): ¡Qué idiotez el fútbol! ¿verdad?

sábado, 13 de marzo de 2010

03: 1.800 preguntas y pocos asertos

p.d. (1): Hoy sábado me he despertado a las 05:30; el lunes, el martes, el miércoles, el jueves y el viernes me desperté entre las 06:00 y las 06:15 TODOS y CADA UNO de los días. Estoy harto.
p.d. (2): ¿Cómo no estar de mal humor?
p.d. (3): ¿Continúo con las preguntas que me quedan o lo dejamos aquí?

sábado, 6 de marzo de 2010

02: Back to the past (II)

Olvido IMPERDONABLE. ¿Cómo no se me ocurrió contarles que había nacido Ana? ¿Cómo se me pudo pasar? Ayer tuve un mal día.
Nació Ana, una guapísima californiana hija de Mayte y Pedro. Yo me alegro mucho, sobre todo por ellos pero también por mí, el abanico se abre cada vez más para Mateo :-)))))))
También se me olvidó contarles que en diciembre abrieron un Mercadona en Otura ¡yuju!... bueno, más bien debería decir EL Mercadona, porque es el local más grande que he visto de esta cadena. Soy un mercadonamaníaco e ir a comprar al de este pueblo es como visitar el PARAÍSO: pasillos anchos e interminables, más productos (aunque no tienen pan de molde con rebanada especial tostada), un aparcamiento fantásticamente diseñado... La verdad es que el local fue levantado ad hoc, así que todo es perfecto. Y claro, ha barrido a los dos Covirán que había en el pueblo.

Siguiendo con las compras. Qué hartura el rollo éste de las bolsas de plástico. Un día de éstos los clientes van a pegar un puñetazo en la mesa. Los listillos del Carrefour quitaron las bolsas y nos obligaron a llevar las nuestras. Pues bien, supongo que muchos otros hicieron como yo: ir al Carrefour con bolsas de Mercadona ¡ahí la llevan, pringados!
Total, que dos visitas después me regalaron cuatro bolsas de tela porque según ellos era cliente habitual o algo por el estilo... je-je-je... Alucinante es que los del Toys ‘r’ Us te cobren las bolsas después de gastarte el pastón que te gastas en sus tiendas... ya crecerán los niños, ya, que yo sé quién no va a volver.

En diciembre me enteré de que el Gobierno había establecido un Premio Nacional de Músicas Actuales... Bueno, no se pueden imaginar la intriga porque ¿quién se lo llevaría? ¿La Casa Azul? ¿Ellos? ¿Linda Guilala? ¿Nosoträsh? ¿Willy Naves?... un largo etcétera de candidatos ¿verdad?.. Yo, sinceramente, creía que la cosa era para La Casa Azul, aprovechando que también le iban a dar el Goya a la Mejor Canción (el Goya más previamente avisado de la Historia).
Pero ¡qué va! me quedé de piedra cuando supe que el Premio Nacional de Músicas Actuales era para Joan Manuel Serrat... ¡¡SERRAT!! ¿Serrat música “actual”?.. jua-jua-jua...

Hace un par de días no funcionaba el Explorer (después sí, misterios de Bill) así que me lié y descargué el Mozilla Firefox... ¡guauuuuuu!
No sabía que las páginas podían cargarse antes de que una persona pestañeara... todavía ando boquiabierto. Me encanta.

Sin contar con los de BENEDETTI que están por encima de cualquiera escrito o que se escriba en el futuro, los poemas que más me gustan –de siempre- son Caupolicán (Rubén Darío) y Éramos los elegidos del sol de Huidobro (otro de mis poetas favoritos). Llevaba tiempo sin acordarme de él, pero hace poco, en un curso sobre WIKIS, hice una sobre Vicente Huidobro y aquí les dejo el poema para que ustedes también lo disfruten:

Éramos los elegidos del solÉramos los elegidos del sol
y no nos dimos cuenta
fuimos los elegidos de la más alta estrella
y no supimos responder a su regalo.

Angustia de impotencia
el agua nos amaba
las selvas eran nuestras
el éxtasis era nuestro espacio propio
tu mirada era el universo frente a frente
tu belleza era el sonido del amanecer
la primavera amada por los árboles.

Ahora somos una tristeza contagiosa
una muerte antes de tiempo
el alma que no sabe en qué sitio se encuentra
el invierno en los huesos sin un relámpago
y todo esto por que tú no supiste lo que es la eternidad
ni comprendiste el alma de mi alma en su barco de tinieblas
en su trono de águila herida de infinito.

Cuídense todos y no se acostumbren, que dos entradas en dos días... ¡uf! demasiado ;-)


p.s.: ¿Ya se han enterado de mi regalo de cumpleaños? ¡¿NO?! Pues resulta que “LA VIDA”, tan previsora como yo, ha decidido regalarme un concierto: el EXTRATONAUTA FESTIVAL. ¿Se acuerdan que el año pasado vino ELLOS?, pues este año... tatachán-tatachán ¡¡LA BIEN QUERIDA!! ¡¡oleeeeeeeé!!
No me digan que no es un pelotazo. Les mantendré informados, y mientras deléitense con su último video (dentro de la foto):


viernes, 5 de marzo de 2010

01: Back to the past

Discúlpenme por la dejadez pero es que reconvirtiendo aquella canción de The Buggles, resulta que : “ (...) Facebook killed e-mailing and Blogs”. Sobre la foto adjunto link para que se regodeen en su incipiente vejez:

Pues eso, que con Facebook no hay quien pueda y si a eso le sumamos el poco tiempo del que disponemos, así estamos, más de un mes sin actualizar esto.
He vuelto al diseño de antaño (de ahí el título de la entrada, je-je) me gusta más y le tengo más cariño. En cualquier caso, ya les vale a los de Blogger que no han añadido nuevas plantillas desde no se sabe cuándo. Igualito que Wordpress que te pierdes entre tanta posibilidad. En cuanto sepa si puedo trasladar el archivo (y cómo hacerlo), me faltará tiempo para cambiarme.

Pues hoy toca Otura, esta encantadora Villa donde vivo desde hace más de diez años. Un ejemplo microscópico de la enorme podredumbre de esta país en el que está enclavado: España.
Por ejemplo, si Otura estuviera en Suiza y la nueva rotonda fuera un minarete, el Alcalde habría tenido serios problemas para levantarla. Adjunto foto


Y como ustedes bien saben, yo soy muy partidario de la pública exhibición de los símbolos nacionales, que para eso están ¿o qué pasa? Pero ¿hacía falta gastarse 74.000 € en un mástil con la que está cayendo en el pueblo? ¿Hacía falta gastarse 250.000 € en un rotonda con la escasez de todo que hay en el pueblo?
Las cosas del Alcalde de Otura. Un tipo con mucho futuro dentro del PP, partido en el que los mediocres y subnormales profundos escalan hasta posiciones más altas que el mástil de Otura.



Bueno, y con qué más aburrirles. Sí, claro, abundar en la idea de que lo que Facebook ha unido, no lo separe la distancia. Y por eso quiero recomendarles un fantástico BLOG: A mi manera (en camino a la excelencia) de mi amigo Carlos, a quien me encontré el pasado verano después de siete años, a quien volví a encontrar estas navidades después de tres meses, y a quien volví a encontrar en Facebook después de un mes.
Pues eso, que en “Gustosa visita obligada” (a la derecha) tienen el enlace.

Queridos míos, cuídense cuanto puedan y perdónenme el vómito.
p.s. (1): Si quieren ser realmente conscientes del tempus fugit, no dejen pasar la ocasión de visitar este enlace: http://www.youtube.com/watch?v=laZw3Y3JCJ8

p.s. (2): Por cierto, la felicidad tiene -más o menos- esta pinta:

lunes, 25 de enero de 2010

02: París bien vale todo

A veces la cigüeña extravía su camino y llega antes o después de lo esperado. A veces no encuentra tu casa. A veces, ya que la montaña no se digna, pues haces como Mahoma.
Y eso hicieron mis amigos Ale y Concha, que se fueron a la montaña. Y aquí siguen porque todavía se están yendo.

Hace un par de sábados celebrábamos que su partida era inmediata pues les habían comentado que existía esa posibilidad, hicimos bromas por el jetlag, sobre cómo se comunicarían... ¿Nos adelantamos a los acontecimientos? Pues probablemente sí, pero es que ya tenemos ganas.
Al final tampoco viajan esta vez, lo explican perfectamente en El camino de ser padres (enlace a la izquierda). Y si nosotros estamos decepcionados, no puedo ni imaginar cómo se sienten ellos.

Yo quería contarles a ustedes que Ale y Concha son dos de las personas que yo más admiro. Tienen una fuerza que yo jamás había conocido y una paciencia que sobrepasa mi entendimiento. Llevan ya no sé ni cuánto tiempo en esta situación emocional al límite y todavía siguen al límite, ni un minuto de descanso. Reciben una alegría y ésta les genera mil dudas y continúan, siempre al límite. Y aparecen las decepciones y todavía resisten.

Yo admiro a Ale y a Concha por la serenidad que transmiten. Porque sus decepciones y sus miedos los transforman en esperanzas para nosotros. A Concha se le ilumina la cara y a Ale los ojos. Yo no sería capaz de aguantar lo que ellos. De hecho no sé si hubiera llegado tan lejos como ellos. Cuando estoy con ellos aprendo muchas cosas y me enseñan aspectos que jamás me había planteado.

Sí sé que nos olvidaremos de esto, sé que está cerca el día en que todo este tiempo nos parezca tan lejano, como una especie de “¿te acuerdas..?”, tan del pasado. Pero mientras llega, espero y desespero. ¿Ven? “desesperación”, un lujo que Ale y Concha no pueden permitirse porque todo se basa en la PACIENCIA.

Y yo, que siempre me fue mejor por carta que hablando, escribo lo que siento. Pero no se lo cuento a ellos porque me da vergüenza. Sin embargo ¡ay, sandio! lo escribo aquí, para que se entere todo el mundo.
Y de eso se trata, de que todo el mundo sepa cuánto admiro a Ale y a Concha.

miércoles, 13 de enero de 2010

01: Fuencaliente, 1 de enero

La carretera hacia Fuencaliente es como si te adentraras en los bosques de Sleepy Hollow. Tanto a un lado como a otro los árboles están negros. De pronto, como si estuvieras en un capítulo de esa pesadilla de serie que es Lost, te encuentras con toneladas de arena de playa en la montaña ¿cómo puede ser? ¡Ay!, si es que el incendio de este verano se llevó por delante toda la vegetación y el temporal de estas Navidades arrastró todo lo que venía de las montañas.

Este diciembre estuvo lleno de momentos fantásticos: la primera navidad de los niños en La Palma, pasar con mi sobrino el día de su cumpleaños, estar con mis padres, con mis amigos… mucho donde elegir. Pero sin duda alguna, el momento más emocionante fue la visita a Toño. Jose y Nayra tuvieron la increíble amabilidad de llevarme a Fuencaliente para verlo el día 1 de enero.
Por encima del monolito de Toño pasó el fuego y ni lo rozó, y también pasó el agua que, dividiéndose lo dejó en medio mientras descendía. Desde allí, justo donde empieza la ladera y bajo los pinos que pronto serán verdes otra vez, Toño disfruta del océano en ese punto donde la inmensidad es total. Detrás del monolito aún son visibles sus cenizas inexplicablemente posadas en las piedras sin que el fuego ni el agua las haya movido.
Jose y Nayra me contaron que cada aniversario se reúnen todos allí. Llevan cervezas y poco a poco van recuperando fotos, rememoran anécdotas y se corrigen unos a otros evitando que el tiempo confunda los recuerdos. Después se hacen algunas fotos y bueno, la vida continúa ¿verdad? Su memoria siempre presente y lamentando que el presente sea tan injusto tanto con su familia como con sus amigos.

Seguro que están pensando que soy un gandul por haber estado tanto tiempo sin sentarme aquí, pero esta vez tengo una excusa inapelable: ¡¡TENGO FRÍO!! La habitación de estudio se ha convertido en el perfecto frigorífico, así que de no ser porque estoy en el salón con el portátil de mi esposa, ahora les estaría escribiendo con el paquete de guisantes en las rodillas, los cubitos en el tobillo y la bolsa de Coles de Bruselas a la altura del cogote… lo que yo les diga, el frigorífico perfecto.

Y claro, no sé por dónde empezar, así que dejaré el tema de la navidad para otra entrada que prometo en corto espacio de tiempo. Pero ¡¿cómo que no sé por dónde empezar!? Mateo cumplió años la semana pasada. Nada más y nada menos que ¡¡TRES!! años ¿se lo pueden creer? así como si nada, sin pedir permiso y casi sin darnos cuenta. Cayó en sábado y pasamos una mañana estupenda abriendo poco a poco sus regalos, todos relacionados con Cars o coches en su “defecto”. A ver si le va dando por otra cosa porque esto ya aburre un poco. Ahora mismo duerme con cuatro coches de la película, el enano-gordinflón los ordena todos y los tapa para que no pasen frío…

El sábado pasado estuvimos en casa de Ale y Concha. La excusa (¡ay! como si la necesitáramos) fue reunirnos todos porque llevábamos mucho tiempo sin vernos: ellos, nosotros, David+Patricia+nenes y mi cuñado+cuñada. Pero en realidad allí fuimos a celebrar el cumpleaños de Alex Tan que aún no está con nosotros pero del que ya mismo vamos a disfrutar, sobre todo Ale y Concha. ¿Qué quieren que les cuente, que comimos bien… bueno, mejor que bien; que lo pasamos estupendamente; que el salmorejo estaba D-E-M-U-E-R-T-E? (pedazo de interrogativa). Todo eso ustedes ya lo saben de sobra porque SIEMPRE es así. Por eso, esta vez me detendré resumiéndoles el gusto musical de Ale: AMPLIO en su más “amplia” acepción, jua-jua-jua…
Un disco duro multimedia de “amplia” capacidad en manos de un tipo con tan “amplio” criterio es una “amplia” caja de sorpresas. Y con esa “amplitud”, un hecho tan simple como la explicación de la palabra coquipelao (así llaman a Alex Tan) derivó en un huracán musical encabezado por auténticos mitos ochenteros como Vídeo o Trúpita.
No me digan que no saben quiénes son… ¡Ay, cándidas e inocentes criaturas! At Deum gratia, el gusto musical de Ale y el mío propio es vasto; sí, también basto, pero sobre todo vasto.
Busquen, queridos, en Internet y deléitense con “La noche no es para mí” y “La luna en México” (Vídeo) o “Esta noche me quiero descolgar” y también “De 7 a 10” (Trúpita). Ya me contarán ;-)


Los más graciosetes pensarán que los brotes verdes a los que se refería Zapatero no tenían nada que ver con la economía sino con la recuperación arbórea de Fuencaliente. Allí todo es pino canario que, como saben, en cuatro años está totalmente regenerado. Lo absolutamente increíble es comprobar como casi todos los árboles ya lucen (sólo tres meses después) pequeñas ramas intensamente verdes que contrastan con la negrura del tronco.
Ni pino canario ni nada, ése es Toño –seguro- que pinta donde nació y donde descansa. Sobre la montaña. Frente al mar. Sorteando las llamas. Evitando el agua. Toño, tan lejos y tan cerca aquella tarde. Tan lejos y tan cerca siempre.


p.s.: adjunto foto del patio el pasado domingo.