miércoles, 21 de julio de 2010

03: De un tiempo a esta parte (II)

Siguiendo con el tiempo, hace ya tiempo que me pregunto cuánto habría cambiado todo si hubiera tenido toda esta tecnología cuando salí de La Palma. El correo-e me maravilló; Skype es algo indescriptible y Facebook... ¿qué les voy a contar?

Instalamos el Skype en mi esposa-laptop antes de que Ale+Concha se fueran a por su pequeño y con la primera conexión La Zubia-Otura-La Zubia casi nos morimos de la risa... ¡Qué bueno todo esto!.. La imagen un pelín pixelada pero, amigos, ¡¡gratis!! tampoco nos íbamos a poner exigentes. Tengo que buscar a más amigos para skypellamarnos y skypevernos :-DDD

La primera conexión Vietnam-Otura-Vietnam fue rara... Ale+Concha y Alex Tan en el mismo encuadre, en la misma imagen. Recibimos sus primeras fotos juntos y seguíamos sin creérnoslo. En una décima de segundo todos los malos momentos, toda la espera, todos los anhelos, se perdían en el fondo de la memoria, en la puerta de embarque del olvido porque TODO eso, de repente, había pasado de una foto a un personajillo de carne y hueso que golpeaba el ordenador y que no paraba quieto. Alex Tan –POR FIN- estaba con Concha y con Ale. Y nosotros en el patio fumando, sonriendo y repitiendo “Madre mía, qué fuerte; madre mía, qué fuerte” y casi sin poder dormir.

Todo esto venía a cuenta de la FELICIDAD. Alex Tan llegó a Granada un día después de mi cumpleaños... perdónenme la apropiación indebida, pero ¡qué regalo más bueno!.. ¿cuántos estábamos en el Aeropuerto, 40, 50, 60..? Estábamos muchos. Sin exagerar. Anunciaron que el vuelo se retrasaba. Volvió a retrasarse. Se retrasó un poquito más aún. Y anunciaron su llegada. Tardaron en salir. Seguían sin salir.

Y en un momento, Ale+Concha y Alex Tan salieron. Y justo en ese momento 40, 50, 60 personas, yo qué sé cuántos estábamos allí, empezamos a llorar. Y es que nos da por llorar cuando somos felices.
Los pasajeros sonreían. El personal del Aeropuerto sonreía... ¡ah!.. y todos los demás llorando. Y después empezamos a reír porque cuando sueltas toda la tensión entonces reímos. Pero no antes.

Y sigue siendo increíble verle ya con nosotros. Estaba en el cumpleaños de Patricia, por ejemplo. Y Ale+Concha que siempre se iban los últimos, tuvieron que irse los primeros porque Alex Tan estaba cansado... ¿no es increíble?

Ale+Concha tienen ya ese pedacito de felicidad que se merecían desde hace mucho tiempo. Y todos nosotros estamos indescriptiblemente contentos por eso. Y también felices.

Ahora empieza la ardua tarea de los BUENOS amigos: maleducar a los hijos de los otros... enseñarles a: limpiarse la boca con la manga de la camisa, limpiarse la mano en el pantalón, aprender a pedir cinco euros a todo el mundo menos a ti...

Ya les iré contando si el progreso es adecuado o si necesita mejorar :-DDDDDDD


p.s. (1): Alex Tan no lloró, es la archifamosa frialdad zubiética... éste va para estrella ;-)
p.s. (2): ¡¡Entrada 100... no me había dado cuenta!!

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