viernes, 30 de octubre de 2009

04: Octubre y final

Se acaba octubre con una buena noticia: ¡tenemos remedio contra la GRIPE B!
Todavía hay que perfilarlo un poco mejor pero vamos por el buen camino. Parece que el mejor tratamiento es un viaje de salmorejo... sí, un “viaje”... de tres litros para arriba y sin ningún tipo de remordimientos.
Concha y Ale se pasaron el sábado por casa y Concha, que siempre está en todo me trajo un camión cisterna lleno de salmorejo. Así que al día siguiente está de más que les diga qué comí ¿verdad? Pues eso, una cantidad indescriptible e indecente de salmorejo.
Después estuve toda la tarde malísimo con la tripa que me pegaba unas patadas de penalti y expulsión... Pero al menos se me curó la GRIPE B.
Ahora estamos en proceso de estudio. No sabemos si el salmorejo por sí mismo es el remedio efectivo o se trata del salmorejo de Concha específicamente. Yo me decanto por esta segunda opción.

El viernes, aún afectado por la GRIPE B, nos fuimos a cenar Antonio Jesús, María Isabel, María Dolores, Paco y MariCarmen, en adelante: AJ, MI, MD, Paco, MC y yo.
Fuimos al Saffron siguiendo las recomendaciones de MD y Paco. Los primeros en llegar fueron AJ y MI, quienes amablemente nos indicaron cómo llegar al aparcamiento público del Palacio de los Patos; después, llegaron MD y Paco, que no sé cómo lo hicieron porque coincidimos con ellos en la entrada a Granada, de hecho salimos antes de la cola, pero es que Paco siempre encuentra unos aparcamientos fantásticos. Y mientras MC y yo dando vueltas y vueltas por el aparcamiento en cuestión, que en realidad es un hoyo que baja y baja y baja y lo mismo llega hasta el centro de la tierra.
Menos mal que Julio Verne publicó su obra hace como ciento cincuenta años porque de escribirla ahora se queda sin argumentos... Vamos, que no me imagino yo al Profesor Lidenbrock iniciando su descenso a las entrañas del planeta cerca de la calle Recogidas.
No podría decirles qué tal estaba la comida, ni el vino, ni los postres, ni siquiera el cigarrillo porque a causa de la GRIPE B tenía totalmente anulado el sentido del gusto. Una fatalidad. Así que tendremos que repetirlo ¡qué mala suerte!.. jua-jua-jua...
En estos casos y como hacía tanto tiempo que no veíamos a AJ, MI, MD y a Paco, MC y yo nos lo pasamos súper bien. Es que siempre es genial encontrarnos.
No me digan que no es puntazo esto de poner las iniciales. Así en plan ¡eh, soy súper moderno y tal!
Cómo estaría yo de malo que después de la cena se fueron a La Percha y yo cogí el caminito a casa.

Y por esta vez esto es todo. Estamos preparando las cosas porque nos vamos a La Asquerosa a pasar el Puente de todos los Santos. Desde principios de agosto que estamos organizándolo y ¡por fin! llegó el momento. Todo el mundo con unas ganas locas y a ver qué tal sale. Supongo que bien. En cualquier caso, les informaré con todo lujo de detalles.

Cuando después de tantísimo tiempo me encontré con Nuria, me puso al día de todas sus amistades que yo conocía. De toda aquella época ya sólo quedaba Elena así que le mandé recuerdos si todavía se acordaba de mí.
La siguiente vez que vi a Nuria le pregunté expresamente por ella y me dijo que claro que se acordaba de mí y que había flipado un poco con el hecho de que nos hubiésemos encontrado otra vez.
Pero el mes pasado se murió Elena. Me enteré el viernes en la cena y desde entonces se me vienen a la cabeza multitud de recuerdos de mi primer año aquí: bajando en moto por Severo Ochoa, en los bares de Martínez Campos, cafés en la Máquina Neumática... Cuando yo llegué a Granada era una de las personas que formaba “el grupo” junto con Nuria, Pablo, Blanca, otro Pablo, Gonzalo, Raquel... Ese año, prácticamente salimos todos los fines de semana. Después, la vida te lleva por calles diferentes y bueno, se pierde la relación.
La última vez que me la encontré fue haciendo el C.A.P., me preguntó ¿Berna, te acuerdas de mí? y yo le respondí que cómo no me iba a acordar de ella.

Sigo sin entender la justicia de Dios. Tampoco quiero que me la expliquen.

1 comentario:

Maite dijo...

Berna, siento lo de tu amiga. Yo tampoco entiendo las injusticias de la vida: sigo preguntándome por qué se han ido mis padres tan jóvenes...

En fin... Manda fotos del puente cuando puedas. Besitos