Creo que es la segunda vez que empiezo una entrada con esto, pero es que no me voy a quedar con las ganas; me encanta: when I was younger, so much younger then today... veíamos el baloncesto de EE.UU. como algo tan, pero tan lejano, que cualquier cosa te dejaba boquiabierto, lo que fuera, daba igual.
Era tan alucinante.
Todavía conservo en la puerta de mi habitación en La Palma un póster de la primera vez que jugó en Canarias un combinado de estrellas de la NBA. Tipos como Rolando Blackman, Orlando Woolridge, o Mark Eaton (qué tío más grande) estuvieron en el pabellón de Santa Cruz de Tenerife; vale, no eran Wilkins, Barkley o Laimbeer, pero eran estrellas al fin y al cabo. Recuerdo que mis amigos y yo no nos lo perdimos, pegados a la tele y alguno hasta grabó el partido.
Y este fin de semana, en EE.UU., hasta tres españoles han coincidido en el All Star 2009 ¡TRES ESPAÑOLES! Es que cuesta creerlo. Lo hablaba la semana pasada con un amigo y me decía que si sólo hace cinco años le dicen que algo de esto iba a pasar, simplemente se habría partido de risa.
Primero llegó Pau en el partido de Rookies; después Garbajosa, Calderón, Juan Carlos Navarro; este año Rudy, Marc y el propio Pau que repite... Y la gente lo ve como si fuera algo normal.
Así que vi que Rudy, antes de su mate, se quitaba la camiseta y que debajo llevaba la de Fernando Martín, se me puso la piel de gallina de arriba abajo. Qué detalle.
Cuando yo empecé a jugar a baloncesto sólo miraba a Fernando Martín. Aún me acuerdo de cuando debutó con los Trail Blazers que casi ni dormí y me levanté súper temprano para escuchar en la radio qué había pasado. Recuerdo que pusieron el audio de cómo lo presentaban. Después, a mediodía, en el Telediario pusieron las imágenes y era increíble. Un español en la NBA. Segundo europeo no formado en universidades norteamericanas que jugaba allí. Histeria colectiva. Aquello era imposible. Es que ni siquiera era un sueño. Es como si te llamara Steven Spielberg y te preguntara: Oye ¿quieres limpiarle las botas a Indiana Jones? Coño, Steven, ¿preguntas o afirmas?
Me gusta el baloncesto a rabiar. Me emociona el descaro de esta hornada que está arrasando y aprovechando su momento.
Me encanta que, además, tengan memoria histórica y homenajeen a un tipo que fue espejo de tantos y tantos de nosotros.
Es que me emocionó tanto el gesto que tenía que contarlo.
Y ya saben ustedes a quien les cuento yo mis cosas ¿verdad?
Dense besos y besos de mi parte.
p.s.: Aquí un bonito enlace: http://www.youtube.com/watch?v=0nc3GxAAFNg
1 comentario:
¿Y te acuerdas del partidazo olímpico en el que fuimos medalla de plata? Recuerdo estar en el Sur de vacaciones con mis padres y verlo en la tele penosa del bungalow a las tantas de la mañana. Qué tiempos aquellos, sigh...
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