domingo, 28 de diciembre de 2008

04: Yo tenía razón

Llevo desde el año 2004 clamando en el desierto de la incomprensión: en Atenas 2004 nos robaron la medalla. Este verano fue más claro aún.
La historia nos debe ¡¡DOS MEDALLAS DE ORO!! en Baloncesto.

La diferencia es que hace cuatro años fue más humillante si cabe porque aquello que presentó EE.UU era una reunión de simplones pasados de vueltas. Perdimos de ocho y encima tuvimos que aguantar cómo el gilipollas de Larry Brown pedía un tiempo muerto con todo decidido.
El escándalo a nivel baloncestístico fue tal, que se hizo imposible regalarle a EE.UU la medalla de oro (como en Pekín).

Y en Pekín... ¿qué te voy a contar?
Publica MARCA (http://www.marca.com/edicion/marca/baloncesto/seleccion/es/desarrollo/1194833.html) que según una árbitro francesa: “España fue perjudicada con los pasos de Estados Unidos. No los pitaban y además recibieron dos técnicas. Fue vergonzoso” y que “no pitabas lo mismo a Estados Unidos que al resto de los equipos”.
Como conté en su momento, dejé de contar los pasos de salida cuando consiguieron cuatro jugadas de tres puntos. El resultado final fue que perdimos de 11...
Y lo triste es que EE.UU tenía un equipazo al que era una maravilla ver jugar, y que no necesitaba de este tipo de ayudas.

Y lo que más me fastidia es que todo se hubiese podido evitar si en Atenas hubiésemos retirado el equipo desde el minuto 12, cuando fue tan, tan evidente que nos estaban robando el partido. Ahora vendrán con las lamentaciones, y el "hay que ver qué ladrones son los EE.UU"... ¿todos? ¡NO! El pijo malagueño que tenemos como Presidente de la Federación, prefiere pensar que los árbitros son humanos y se pueden equivocar... ¡DIMISIÓN, DIMISIÓN!

La historia nos debe dos medallas de oro en baloncesto.
Y la justicia prisión incondicional para José Luis Sáez, Mario Pesquera y Aito García Reneses por cómplices en atraco a mano armada.

1 comentario:

Javier Ruiz. (Sevennorth). dijo...

Berna, me preocupa seriamente tu salud. Menos mal que no te lo tomas en serio. Feliz año, amigo!