miércoles, 18 de noviembre de 2009

02: Tapias y tabiques

Sí, sí, toda Europa celebrando la caída del Muro, el fin del Comunismo, la victoria de las Libertades y Sarkozy con pico y pala... pero absolutamente nadie habló de lo increíblemente desprotegidos que se quedaron los países del Bloque Comunista, ni de la miseria.

Nadie habló de las generaciones perdidas, de la inmensa tragedia que supuso verte con casi cincuenta años y que TODO lo que habías sido en la vida no servía para nada en el mundo “real”; ni tus estudios, ni tu trabajo, ni tus sueños.

Tampoco escuché que nadie comentara la continua afrenta que AÚN HOY siguen viviendo los alemanes del Este por esa supuesta “superioridad” moral y económica por parte de los del Oeste. Comentarios tipo “¿tú sabes lo que es un kiwi?, ¿qué coche llevaba tu padre?”...

Una estudiante nacida en el Este me dijo que encima tenían que dar las gracias porque la suerte que habían tenido sobre todo las alemanas del Este es que no tuvieron que echarse a putas para tener algo que comer, no como muchas rumanas o ucranianas o... No tenemos nada que recordar porque TODO nuestro pasado ha sido borrado, me dijo. Y cuando decía TODO, se refería a TODO, lo malo y lo bueno; los dibujos animados, los juguetes, la cerveza... La gente de mi edad y los de menos años, no tienen RECUERDOS que RECORDAR.

Los políticos pretenden que creamos que cayó el muro y todo acabó; pero ya lo decía Sánchez Montes: no nos acostamos medievales y nos levantamos renacentistas. Todavía me asombra cuando me cuentan cuánto tiempo pasó hasta que la vida medio se normalizó en la parte comunista de Alemania. Es que no empezó hasta anteayer.

Y otra cosa, Zapatero diciendo verdades y la caverna mediática mofándose ¡qué sabrán ellos! Dijo que la caída del Muro era comparable a la muerte de Franco... Y es absolutamente CIERTO.
Después de Franco, todos cambiaron de chaqueta y del ¡Santiago y cierra España! pasaron a defensores de la libertad y antifranquistas de toda la vida (y no pongo la lista porque la entrada se haría interminable).
Y pasó igual en el Este: de furibundos comunistas a recalcitrantes católicos.

Asco de Historia.

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