martes, 9 de agosto de 2011

01: El bello verano

Tengo ganas de fiesta, de que acabe el invierno, de volver a nadar en el mar (…)”

Voy a empezar a temer a los veranos, en serio. El anterior fue insoportable y este no llegará a tanto pero poco le va a faltar.
Bueno, sí, no ha hecho tanto calor excepto estos últimos días así que tampoco me puedo quejar. Y también es verdad que el “fin de fiesta” este año será ir todos juntos a La Palma y no como nuestras visitas más recientes: cada uno por su lado o los niños y yo solos. Y sí, también es verdad que el que no se consuela es porque no quiere.

Algo les comenté en mi anterior entrada acerca del hijo de puta que tengo por vecino. Un tipejo que decide ampliar su casa porque “es que mis niños no pueden jugar con la bicicleta en el salón”… Sí, pásmense ustedes mismos porque la frase es literal.
Y bueno, nos ha jodido el verano, literalmente. Quien haya intentado hablar con nosotros como no lo haya hecho al móvil, bien difícil que lo ha tenido porque hemos estado huidos, ora en casa de mis suegros ora por ahí perdidos… ESPECTACULAR: primera vez en mi vida que utilizo esta conjunción… estoy sembrado.
Lo mejor de todo fue aquel día a mediodía en que tocan en la puerta y abre quien suscribe -sin chanclas ni camiseta- para encontrarse al, nada más y nada menos, Concejal de Urbanismo, Obras y Servicios… que venía a interesarse: “personalmente” (sic) "por el problema que tenía" (también sic). Para mí que venía acojonado después de la carta que le envié.
Pero nada de nada, el hijo de puta terminó su obra y ahí la está disfrutando mientras que ha convertido mi acogedor patio en una triste vulgaridad.
Anyway, sepan ustedes que “(…) cada uno da lo que recibe, y luego recibe lo que da (…)”; ya recogerá toda la mierda que ha sembrado. Más temprano que tarde, que decía Allende.
Uno se consuela como puede, así que ¿saben qué les digo, amigos? que no tengo la más mínima intención de pensar en nada que me recuerde a cómo están siendo estas últimas semanas.

En tres días nos vamos a La Palma y de más está que les diga que durante dos semanas yo no seré yo ni mis circunstancias. A ver cómo va todo por allí. Nos vamos todos juntos, como ya les he comentado al principio y además, el 21 de agosto, TODOS JUNTOS (lo siento, esposa) tendremos el celestial honor de disfrutar de un partido del sin par y aún más glorioso C. D. MENSAJERO.

Pues eso, querid@s tod@s, que “tengo ganas de fiesta, de que acabe el invierno, de volver a nadar en el mar (…)”.
Aquí les dejo el link para que disfruten de esta preciosa canción de Family.

Besos para tod@s.